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OTOÑO
A Nicaragua llega otoño, en un equinoccio recién pasado,
Y un solsticio lejano.
El Girasol, es flor de la ironía, de lo que paso en mi verano.
Hojas marchitas cubren mi sendero que no tiene,
Ladrillos amarillos,
Ni reino al final del camino.
Y las palabras viajan, con la corriente fría de mañana,
Entran por mi ventana, y en mi mente se acorralan.
A la par de los arreglos, que se armonizan en mi sala.
Traen recado de la buena suerte, que de hace tiempo ya no llega.
Dice que el que tiene sed busca el agua,
y que porque su servidor aquí se espera,
me recuerda, inútil es hundirme en mi tristeza,
y en esta vida, vale más una sonrisa en el corazón, que un alma dolida.
Pero el problema, es que sigo enllavado en su silueta,
como una obra de Frida, mi vida, era la suya,
porque su memoria mi corazón arrulla.
Pero ese es otro rollo, de un millón, como su situación,
pegado entre dos hogares, sin sentirse por completo de uno.
El destino es siempre inoportuno,
y lo jala, en más de una dirección,
dos estilos de vida una elección, quedarse aquí y dejar eso pasar,
irse de aquí dejar eso atrás, la hoja de su vida
poco a poco se marchita porque a Nicaragua llega otoño,
en un equinoccio recién pasado, y un solsticio lejano,
El Girasol, es flor de la ironía, de lo que paso en mi verano.
Hojas marchitas cubren mi sendero que no tiene,
ladrillos amarillos, ni reino al final del camino.
A Nicaragua llega Otoño por primera vez (x3)
*Coro*
Y el otoño por mi ventana vuelve a entrar
¡Siento el frío una vez más!
Hojas secas, mi sendero a marcar
¡Siento el frío una vez más!
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